La locura del amor. (Original)
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La locura del amor. (Original)
por Cain Saint Mar Mar 24, 2009 11:42 pm
Hace ya tres años que salí de la universidad, soy Psicólogo, y me especializo en casos con niños, pero nunca olvidare al primer chico que conocí.
Había salido de la escuela de Psicología de Tokio, tenia el primer lugar de mi clase y todos decían que llegaría lejos, yo también lo creía, tenia escasos dos meses de haber llegado a Kyoto, ya tenia trabajo, era estable y prometedor.
Era en el centro Psiquiátrico de Kyoto, la mayoría de los casos que trataban es ese lugar eran de niños, así que accedí inmediatamente cuando me llamaron.
27 de Junio del 2005.
Entre por la puerta principal del edificio, era un lugar algo tétrico si eh de ser sincero, camine por los blancos pasillos, necesitaba llegar a la oficina de mi jefa, no la conocía y los nervios me invadieron, a mis 24 años de edad seguía siendo muy tímido, creo que ese siempre a sido mi defecto.
Camino unos cuantos pasos mas cuando una voz me detuvo, era un hombre mayor, era algo obeso y llevaba un uniforme de guardia, seguramente era el que debía custodiar la entrada, pero cuando entre no había nadie ahí.
-¿donde cree, que va?- me pregunto, estaba apunto de contestar cuando otra persona se acerco a nosotros.
-déjalo, es el joven medico que trabajara con nosotros si no me equivoco,...-esta vez era una mujer, no tendría mas de unos 37 años su cabello era largo y lo llevaba atado en una coleta, llevaba unas gafas de armazón fino que hacían lucir hermosos sus ojos color café oscuros, me miraba y yo me sonroje, que estupido me sentí en ese momento, -eres ó no?, por que si no tendré que decirle a Kiyoshi-san que te saque por invadir propiedad privada.-
-si soy yo, Akamatsu Kai,...- dije mientras hacia una reverencia a la mujer.-lamento haber entrado así nada mas pero no había nadie en la entrada...- mire al hombre que supuse era Kiyoshi-san, este se rasco la nuca y sonrío.
-bueno, bueno, esta vez lo dejare pasar, pero procure traer siempre su credencial,...-me sonrío una ultima vez y camino por el pasillo hasta perderse de vista.
-Bueno, Akamatsu-Kun, vamos a mi oficina...-la mujer camino delante de mi, no podía mentir era realmente linda, tenia una hermosa figura y su caminar la hacia lucir sensual.-vamos apresúrate...- de nuevo me sentí estupido.
-disculpe debo verme con la Doctora Yagami en su oficina- dije, ella sonrío y note su linda sonrisa, se acerco a mi me miro bajando un poco sus gafas.
-¿y con quien crees que estas hablando?..- me dijo riendo aun mas.
-¿Ya, Yagami-san?- pregunte desconcertado, ella se acomodo las gafas en su posición original y asintió con la cabeza y yo me sentí un poco mas aliviado. -mucho gusto, yo lamento no haber llegado antes pero tenia cosas que hacer, y...-
-ya no importa, lo que cuenta es que estas aquí, ven entremos en mi oficina, estaremos mas cómodos y podremos hablar sin interrupciones...-
Asentí y la seguí por el pasillo hasta el elevador, estábamos en el primer piso, y según lo que me decía el edificio tenía cuatro más y su oficina estaba en el último, ella era la directora general del Psiquiátrico. Me sorprendí pues era aun muy joven, se lo dije y ella me lo agradeció.
Al fin llegamos a su oficina, no había pasado mas de unos 10 minutos, entramos y conversamos, me pregunto varias cosas supongo que quería saber si era lo suficientemente bueno para el trabajo, respondí todas sus preguntas lo mejor que pude.
-no te sientas nervioso, la verdad que este lugar es muy tranquilo por lo general, solo hay algunos pacientes que necesitan cuidados extremos y por ellos no te preocupes, se que piensas hacer un doctorado...-
-si, por eso quería entrar a trabajar lo más rápido posible, así tendré mas opciones para mi tesis.-
Pasaron mas de dos horas dos horas en las que sin duda alguna me gane la confianza de Yagami-san y ella se gano la mía, eran poco mas de las tres de la tarde y me dijo que podía irme a casa.
-empezaras mañana, te quiero aquí a las 7, ni un minuto mas ni un minuto menos, debo confesarte que soy algo estricta, no mucho solo lo suficiente...-
-no importa, entonces nos veremos mañana, con su permiso Yagami-san...-
Me retire, tome el elevador y camine de nuevo por el pasillo, el pasillo que muchas veces me vería avanzar, salí del lugar y me despedí de Kiyoshi-san, pero antes de salir me entrego mi credencial, tenia mi nombre y mi foto.
Salí del lugar y me dirigí a mi auto, todavía llevaba la credencial en la mano la mire con detenimiento, mire mi foto, mi cabello era corto no mucho color castaño claro casi rubio, mis ojos de color miel, tras unos lentes, mis facciones eran delicadas no muy bruscas, me reí, pues cuando vivía en casa con mis hermanos mayores se burlaban de mi por parecer mas una chica que un chico, y en mi adolescencia no fue la excepción.
Ahora extrañaba todo aquello, ya mis hermanos estaban casados y yo ni siquiera tenia una novia, mi madre se pasaba la vida buscándome una chica, ese era su pasatiempo favorito, desde que mi padre había muerto.
Sonreí tristemente, recordando a mi padre, el que siempre confío en mi desde el principio, guarde la credencial y me dirigí a mi auto, conduci hasta mi apartamento, no era nada elegante y mucho menos lujoso.
Entre, camine hasta mi habitación y me tumbe en la cama, mire hacia la mesita de noche ahí estaba mi reloj, marca ya las cuatro y media de la tarde, no tenia sueño ni tampoco hambre así que decidí tomar una ducha.
Se sentía tan bien que comencé a sentirme adormilado, así que me di prisa y me dirigí de nuevo a mi cuarto donde mi cama ya me esperaba, además ala mañana siguiente tendría que levantarme muy temprano, casi al momento de acurrucarme debajo de las sabanas me quede dormido.
28 de Junio del 2005.
Ala mañana siguiente me levante de muy temprano, eras casi las cinco de la mañana, aun tenia mucho tiempo así que mire un poco la T.V., hice algo de ejercicio y desayune, para las seis y treinta ya estaba listo.
Salí y me fui a mi nuevo empleo, entre y camine directamente a la oficina de mi jefa, me dijo que ese día solo acondicionaría mi oficina, y que seria todo, así que en cuanto me dijo donde estaba me dirigí hasta ella, la mire por un par de minutos, no había mucho que acomodar así que me dedique a recorrer los pasillos del ultimo piso que era donde me encontraba.
Camine por mas de veinte minutos, no había mucho movimiento en aquel lugar solo algunos enfermeros y personal, también algunos niños que venían a visitar a sus médicos, sonreí a algunos, y mientras yo seguía caminando .Pronto me aburrí, la verdad que pensaba que aquel lugar seria mas entretenido.
Camine sin rumbo hasta llegar, a una pequeña sala, mas bien era como una estancia, quien diría que seria la primera vez que lo vería, me adentre y me senté en el sillón que adornaba la habitación, junto a una mesa y un revistero. Pase una de mis manos por mi cabello desordenándolo.
-no deberías estar aquí...- una voz me saco de mis pensamientos, voltee hacia atrás, hacia el lugar de donde provenía la voz.
Ahí estaba un chico, de no mas de quince años, su cabello era de un color negro que con la poco luz de la habitación brillaba con un tono azulado, sus ojos azules que resaltaban por lo pálido de su piel, llevaba una sudadera color blanco que le quedaba un poco grande ya que las mangas le cubrían parte de las manos, también usaba un pantalón deportivo color negro, no llevaba zapatos y estaba sentado en el piso. Me miraba directo a los ojos y aun no entiendo el por que, pero sentí un extraño escalofrío recorrer mi cuerpo.
Me levante sobresaltado del sillón y el me seguía con la mirada, por un momento no supe que decir, sentía que sus ojos podían atravesarme.
-por,..- Suspire, ¿-por que dices eso?- le cuestione.
-por que generalmente los médicos están en sus oficinas y solo salen de ellas amenos que sea una emergencia o que estén dando sus vueltas rutinarias por los pisos, no tienen otras razones por las que salir-
Dijo como si estuviera muy seguro, me acerque y comenzó a mecerse, note eso inmediatamente y ya no di ni un paso mas, lo vi mecerse por mas de cinco minutos, en todo ese tiempo no me miro y yo agradecí aquello.
-solo daba una vuelta para habituarme al lugar,...-dije y sonreí, pero el ya no me ponía atención, se levanto despacio y se dirigió hasta la mesa, en sima de ella había un cuaderno y un lápiz.
-no quiero hacerlo, déjame solo...- repitió aquello durante todo el tiempo que yo lo miraba intente contestarle pero no sabia que decir, solo lo mire mientras, escribía, o eso pensaba yo.
Depuse de, la verdad no se cuanto tiempo estuve viéndolo, pero después de ese tiempo, se levanto me dirigió una ultima mirada y salio de la habitación dejándome solo, me quede ahí parado como paralizado. Cuando por fin pude reaccionar fui hasta la mesa y tome el cuaderno, en el había un hermoso dibujo.
Me sorprendí de lo bien hecho que estaba, las sombras, los trazos, cada una de las líneas colocadas en un lugar especifico, pero también me quede helado cuando, note lo que era. Un hombre al que se lo comían los cuervos.
-por Dios...- leí lo que había abajo del dibujo...-"Así quedaras cuando te encuentre..."- me estremecí, sin duda era hermoso pero también escalofriante.
Aun con el cuaderno en manos corrí hasta la oficina de mi jefa, toque y sin ni siquiera esperar el pase, me adentre en el lugar, la joven mujer me miro sorprendida y le enseñe el cuaderno que tenia en mis manos.
-¿y esto que significa?- me pregunto sin mirar el dibujo.
-por favor mírelo...-dije me sentía emocionado no se el porque.
-Hahn, esta bien pero no veo que tiene de interesante un cua...-no termino la oración,-que significa esto, ¿usted lo ah hecho?-
En sus ojos podía verse el notable enojo nege con la cabeza y le conté lo sucedido, me escucho, cada una de las palabras salidas de mi boca.
-ya entiendo, debió ser, Akito...-dijo como algo de todos los días,...-no es muy raro verlo por los pasillos pero deberías tener cuidado, aunque no lo parezca en peligroso.-
-quiero trabajar con el...-las palabras salieron solas de mi, ni siquiera lo había pensado, solo lo dije.
-¿que?, aun no tienes la experiencia necesaria, y es peligroso...-
-si no me deja intentarlo, como voy a conseguir la experiencia...-casi grite pero aquello sirvió para que ella me diera el permiso para trabajar con, como ella lo había llamado Akito,...
-este es su expediente, le advierto que las cosa que veras o leerás no son muy agradables...-
-eso no me importa, solo quiero, ayudarlo, además me interesa mucho, aunque no se por que...-Me sonrío y me despedí de ella casi corrí hasta mi oficina y comencé a leer el expediente.
No llevaba ni siquiera la mitad, pero ya no podía seguir leyendo me sentía cada vez peor, no podía comprender lo que esta ahí escrito, había tantos huecos en la historia que nada parecía tener sentido.
Ya cansado, decidí que era mejor continuar en casa, maneje con todo en mi cabeza, ya no sabia ni que pensar, pues lo que le sucedía al chico era demasiado confuso. La verdad es que nadie sabía que tenia, era normal, en casi todos los sentidos, y su enfermedad podía tratarse, de hecho estaba siendo tratado, pero no había mejoras en su condición.
Llegue hasta mi apartamento, aun tenia el expediente en manos, comencé a leerlo de nuevo cuando me senté en el sillón de la sala. Leia una y otra vez las paginas sin sentido.
-" Traumas causados en su niñez....", ¿que demonios, significa eso?...- continúe leyendo hasta entrada la noche, poco después de las doce me fui a la cama, me quede dormido casi al instante, pero en mis sueños siempre aparecían un par de ojos azules.
Había salido de la escuela de Psicología de Tokio, tenia el primer lugar de mi clase y todos decían que llegaría lejos, yo también lo creía, tenia escasos dos meses de haber llegado a Kyoto, ya tenia trabajo, era estable y prometedor.
Era en el centro Psiquiátrico de Kyoto, la mayoría de los casos que trataban es ese lugar eran de niños, así que accedí inmediatamente cuando me llamaron.
27 de Junio del 2005.
Entre por la puerta principal del edificio, era un lugar algo tétrico si eh de ser sincero, camine por los blancos pasillos, necesitaba llegar a la oficina de mi jefa, no la conocía y los nervios me invadieron, a mis 24 años de edad seguía siendo muy tímido, creo que ese siempre a sido mi defecto.
Camino unos cuantos pasos mas cuando una voz me detuvo, era un hombre mayor, era algo obeso y llevaba un uniforme de guardia, seguramente era el que debía custodiar la entrada, pero cuando entre no había nadie ahí.
-¿donde cree, que va?- me pregunto, estaba apunto de contestar cuando otra persona se acerco a nosotros.
-déjalo, es el joven medico que trabajara con nosotros si no me equivoco,...-esta vez era una mujer, no tendría mas de unos 37 años su cabello era largo y lo llevaba atado en una coleta, llevaba unas gafas de armazón fino que hacían lucir hermosos sus ojos color café oscuros, me miraba y yo me sonroje, que estupido me sentí en ese momento, -eres ó no?, por que si no tendré que decirle a Kiyoshi-san que te saque por invadir propiedad privada.-
-si soy yo, Akamatsu Kai,...- dije mientras hacia una reverencia a la mujer.-lamento haber entrado así nada mas pero no había nadie en la entrada...- mire al hombre que supuse era Kiyoshi-san, este se rasco la nuca y sonrío.
-bueno, bueno, esta vez lo dejare pasar, pero procure traer siempre su credencial,...-me sonrío una ultima vez y camino por el pasillo hasta perderse de vista.
-Bueno, Akamatsu-Kun, vamos a mi oficina...-la mujer camino delante de mi, no podía mentir era realmente linda, tenia una hermosa figura y su caminar la hacia lucir sensual.-vamos apresúrate...- de nuevo me sentí estupido.
-disculpe debo verme con la Doctora Yagami en su oficina- dije, ella sonrío y note su linda sonrisa, se acerco a mi me miro bajando un poco sus gafas.
-¿y con quien crees que estas hablando?..- me dijo riendo aun mas.
-¿Ya, Yagami-san?- pregunte desconcertado, ella se acomodo las gafas en su posición original y asintió con la cabeza y yo me sentí un poco mas aliviado. -mucho gusto, yo lamento no haber llegado antes pero tenia cosas que hacer, y...-
-ya no importa, lo que cuenta es que estas aquí, ven entremos en mi oficina, estaremos mas cómodos y podremos hablar sin interrupciones...-
Asentí y la seguí por el pasillo hasta el elevador, estábamos en el primer piso, y según lo que me decía el edificio tenía cuatro más y su oficina estaba en el último, ella era la directora general del Psiquiátrico. Me sorprendí pues era aun muy joven, se lo dije y ella me lo agradeció.
Al fin llegamos a su oficina, no había pasado mas de unos 10 minutos, entramos y conversamos, me pregunto varias cosas supongo que quería saber si era lo suficientemente bueno para el trabajo, respondí todas sus preguntas lo mejor que pude.
-no te sientas nervioso, la verdad que este lugar es muy tranquilo por lo general, solo hay algunos pacientes que necesitan cuidados extremos y por ellos no te preocupes, se que piensas hacer un doctorado...-
-si, por eso quería entrar a trabajar lo más rápido posible, así tendré mas opciones para mi tesis.-
Pasaron mas de dos horas dos horas en las que sin duda alguna me gane la confianza de Yagami-san y ella se gano la mía, eran poco mas de las tres de la tarde y me dijo que podía irme a casa.
-empezaras mañana, te quiero aquí a las 7, ni un minuto mas ni un minuto menos, debo confesarte que soy algo estricta, no mucho solo lo suficiente...-
-no importa, entonces nos veremos mañana, con su permiso Yagami-san...-
Me retire, tome el elevador y camine de nuevo por el pasillo, el pasillo que muchas veces me vería avanzar, salí del lugar y me despedí de Kiyoshi-san, pero antes de salir me entrego mi credencial, tenia mi nombre y mi foto.
Salí del lugar y me dirigí a mi auto, todavía llevaba la credencial en la mano la mire con detenimiento, mire mi foto, mi cabello era corto no mucho color castaño claro casi rubio, mis ojos de color miel, tras unos lentes, mis facciones eran delicadas no muy bruscas, me reí, pues cuando vivía en casa con mis hermanos mayores se burlaban de mi por parecer mas una chica que un chico, y en mi adolescencia no fue la excepción.
Ahora extrañaba todo aquello, ya mis hermanos estaban casados y yo ni siquiera tenia una novia, mi madre se pasaba la vida buscándome una chica, ese era su pasatiempo favorito, desde que mi padre había muerto.
Sonreí tristemente, recordando a mi padre, el que siempre confío en mi desde el principio, guarde la credencial y me dirigí a mi auto, conduci hasta mi apartamento, no era nada elegante y mucho menos lujoso.
Entre, camine hasta mi habitación y me tumbe en la cama, mire hacia la mesita de noche ahí estaba mi reloj, marca ya las cuatro y media de la tarde, no tenia sueño ni tampoco hambre así que decidí tomar una ducha.
Se sentía tan bien que comencé a sentirme adormilado, así que me di prisa y me dirigí de nuevo a mi cuarto donde mi cama ya me esperaba, además ala mañana siguiente tendría que levantarme muy temprano, casi al momento de acurrucarme debajo de las sabanas me quede dormido.
28 de Junio del 2005.
Ala mañana siguiente me levante de muy temprano, eras casi las cinco de la mañana, aun tenia mucho tiempo así que mire un poco la T.V., hice algo de ejercicio y desayune, para las seis y treinta ya estaba listo.
Salí y me fui a mi nuevo empleo, entre y camine directamente a la oficina de mi jefa, me dijo que ese día solo acondicionaría mi oficina, y que seria todo, así que en cuanto me dijo donde estaba me dirigí hasta ella, la mire por un par de minutos, no había mucho que acomodar así que me dedique a recorrer los pasillos del ultimo piso que era donde me encontraba.
Camine por mas de veinte minutos, no había mucho movimiento en aquel lugar solo algunos enfermeros y personal, también algunos niños que venían a visitar a sus médicos, sonreí a algunos, y mientras yo seguía caminando .Pronto me aburrí, la verdad que pensaba que aquel lugar seria mas entretenido.
Camine sin rumbo hasta llegar, a una pequeña sala, mas bien era como una estancia, quien diría que seria la primera vez que lo vería, me adentre y me senté en el sillón que adornaba la habitación, junto a una mesa y un revistero. Pase una de mis manos por mi cabello desordenándolo.
-no deberías estar aquí...- una voz me saco de mis pensamientos, voltee hacia atrás, hacia el lugar de donde provenía la voz.
Ahí estaba un chico, de no mas de quince años, su cabello era de un color negro que con la poco luz de la habitación brillaba con un tono azulado, sus ojos azules que resaltaban por lo pálido de su piel, llevaba una sudadera color blanco que le quedaba un poco grande ya que las mangas le cubrían parte de las manos, también usaba un pantalón deportivo color negro, no llevaba zapatos y estaba sentado en el piso. Me miraba directo a los ojos y aun no entiendo el por que, pero sentí un extraño escalofrío recorrer mi cuerpo.
Me levante sobresaltado del sillón y el me seguía con la mirada, por un momento no supe que decir, sentía que sus ojos podían atravesarme.
-por,..- Suspire, ¿-por que dices eso?- le cuestione.
-por que generalmente los médicos están en sus oficinas y solo salen de ellas amenos que sea una emergencia o que estén dando sus vueltas rutinarias por los pisos, no tienen otras razones por las que salir-
Dijo como si estuviera muy seguro, me acerque y comenzó a mecerse, note eso inmediatamente y ya no di ni un paso mas, lo vi mecerse por mas de cinco minutos, en todo ese tiempo no me miro y yo agradecí aquello.
-solo daba una vuelta para habituarme al lugar,...-dije y sonreí, pero el ya no me ponía atención, se levanto despacio y se dirigió hasta la mesa, en sima de ella había un cuaderno y un lápiz.
-no quiero hacerlo, déjame solo...- repitió aquello durante todo el tiempo que yo lo miraba intente contestarle pero no sabia que decir, solo lo mire mientras, escribía, o eso pensaba yo.
Depuse de, la verdad no se cuanto tiempo estuve viéndolo, pero después de ese tiempo, se levanto me dirigió una ultima mirada y salio de la habitación dejándome solo, me quede ahí parado como paralizado. Cuando por fin pude reaccionar fui hasta la mesa y tome el cuaderno, en el había un hermoso dibujo.
Me sorprendí de lo bien hecho que estaba, las sombras, los trazos, cada una de las líneas colocadas en un lugar especifico, pero también me quede helado cuando, note lo que era. Un hombre al que se lo comían los cuervos.
-por Dios...- leí lo que había abajo del dibujo...-"Así quedaras cuando te encuentre..."- me estremecí, sin duda era hermoso pero también escalofriante.
Aun con el cuaderno en manos corrí hasta la oficina de mi jefa, toque y sin ni siquiera esperar el pase, me adentre en el lugar, la joven mujer me miro sorprendida y le enseñe el cuaderno que tenia en mis manos.
-¿y esto que significa?- me pregunto sin mirar el dibujo.
-por favor mírelo...-dije me sentía emocionado no se el porque.
-Hahn, esta bien pero no veo que tiene de interesante un cua...-no termino la oración,-que significa esto, ¿usted lo ah hecho?-
En sus ojos podía verse el notable enojo nege con la cabeza y le conté lo sucedido, me escucho, cada una de las palabras salidas de mi boca.
-ya entiendo, debió ser, Akito...-dijo como algo de todos los días,...-no es muy raro verlo por los pasillos pero deberías tener cuidado, aunque no lo parezca en peligroso.-
-quiero trabajar con el...-las palabras salieron solas de mi, ni siquiera lo había pensado, solo lo dije.
-¿que?, aun no tienes la experiencia necesaria, y es peligroso...-
-si no me deja intentarlo, como voy a conseguir la experiencia...-casi grite pero aquello sirvió para que ella me diera el permiso para trabajar con, como ella lo había llamado Akito,...
-este es su expediente, le advierto que las cosa que veras o leerás no son muy agradables...-
-eso no me importa, solo quiero, ayudarlo, además me interesa mucho, aunque no se por que...-Me sonrío y me despedí de ella casi corrí hasta mi oficina y comencé a leer el expediente.
No llevaba ni siquiera la mitad, pero ya no podía seguir leyendo me sentía cada vez peor, no podía comprender lo que esta ahí escrito, había tantos huecos en la historia que nada parecía tener sentido.
Ya cansado, decidí que era mejor continuar en casa, maneje con todo en mi cabeza, ya no sabia ni que pensar, pues lo que le sucedía al chico era demasiado confuso. La verdad es que nadie sabía que tenia, era normal, en casi todos los sentidos, y su enfermedad podía tratarse, de hecho estaba siendo tratado, pero no había mejoras en su condición.
Llegue hasta mi apartamento, aun tenia el expediente en manos, comencé a leerlo de nuevo cuando me senté en el sillón de la sala. Leia una y otra vez las paginas sin sentido.
-" Traumas causados en su niñez....", ¿que demonios, significa eso?...- continúe leyendo hasta entrada la noche, poco después de las doce me fui a la cama, me quede dormido casi al instante, pero en mis sueños siempre aparecían un par de ojos azules.
Cain Saint- Cantidad de envíos : 1889
Fecha de inscripción : 24/03/2009
Localización : ~[*]~En la eterna oscuridad~[*]~
Re: La locura del amor. (Original)
por daisuke kyomatsu Miér Mar 25, 2009 12:09 am
wuajajajajajaja
*w* me encanto, esta genial XD tu si que sabes wujajajaja
vale esper lo continues ne ^^
*w* me encanto, esta genial XD tu si que sabes wujajajaja
vale esper lo continues ne ^^
daisuke kyomatsu- Admin
- Cantidad de envíos : 641
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Edad : 34
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Re: La locura del amor. (Original)
por Cain Saint Miér Mar 25, 2009 12:46 am
Gracias *w*
Soy feliz espero que me ayuden a inspirarme nwn.
Tratare de continuarlo, ~promete como los scout´s~
Soy feliz espero que me ayuden a inspirarme nwn.
Tratare de continuarlo, ~promete como los scout´s~
Cain Saint- Cantidad de envíos : 1889
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Re: La locura del amor. (Original)
por Cain Saint Miér Abr 01, 2009 11:39 pm
29 de Junio del 2005.
-mierda, mierda, mierda,...-se me había hecho muy tarde y era mi segundo día de trabajo, conduje con rapidez por las calles de Kyoto,- ¿que no pueden manejar mas rápido?...-dije a los demás conductores, claro con la ventanilla cerrada.
Llegue apenas cinco minutos tarde, pues a pesar de que mi apartamento estaba a una media hora del Psiquiátrico, siempre había mucho tráfico a esas horas de la mañana, me dirigí hasta la oficina de mi jefa y me disculpe, me sonrío.
-no importa creo que ya te lo había dicho, además te tengo una tarea que encomendarte...-me miro y sonrío de la manera mas siniestra que ella podía expresar, me estremecí, pero eso no era nada con lo que me esperaba.
Me explico todo lo que tenia que hacer, pero lo que me hizo feliz, aunque no sabia el por que, era que tendría que trabajar con Akito. Me fui rápidamente, pero lo que no sabía era que me encontraría con un gran problema, camine, por no decir que casi corrí, hasta la habitación que el chico ocupaba.
Pero para mi asombro ahí dentro no había nadie, ni siquiera un alma, bueno o eso parecía a simple vista por que al revisar con la mirada la oscura habitación me encontré con unos ojos azules que por que no admitirlo, me daban miedo. Ahí estaba el joven de apenas 16 años, sentado en el piso, tenía las piernas flexionadas y las rodillas le cubrían el pecho, con sus brazos se abrazaba así mismo y note que llevaba puesta la misma ropa del día anterior.
Di un paso hacia delante y el me siguió mirando, di otro paso, y ya estaba dentro de la habitación, lo recorrí con la mirada y me sobresalte cuando note que su brazo izquierdo sangraba, me acerque con prisa, pero ese fue mi primer error.
-no te acerques o te corto la garganta ¿entendiste?...-me amenazo con una navaja de afeitar, parpadee un poco sin poder creerlo.
-tranquilo, no me acerco, pero deja la navaja en el piso...- utilice el tono de voz mas clamado que pude sacarle a mi garganta.
-vete, no te importa,...-esa fue su respuesta y antes de que yo pudiera decir otra cosa, alargo su brazo izquierdo e hizo un corte horizontal en su antebrazo.
-¡¡no hagas eso!!...-grite, me acerque sin hacerle caso a las amenazas que me había dado.
-y por que no, no tengo mas que hacer, además, me divierte ver la cara que pones cuando lo hago...-sonrío cínicamente debo agregar y después hizo otro corte, y yo ya no puede aguantar mas, y corrí hasta quedar frente a él.
Cosa que hizo que se estremeciera, ahora estábamos frente a frente, tome su brazo y lo levante con muy poca fuerza, me sorprendí de lo poco que pesaba, lo mire directamente a los ojos. Por un momento creí ver miedo en ellos, pero me equivoque, era odio, de pronto sentí la navaja clavarse en el brazo con el que lo sujetaba, pero no lo solté.
-¡Auch!, maldición,...- tomo su mano derecha, y lo obligo a tirar el objeto punzo-cortante, me mira con tanto odio que me estremezco.
-me lastimas idiota....- lo solté pero no me moví ni un milímetro, recogí la navaja del piso, y la guarde en mi bolsillo, -lárgate, no eres nadie como para venir a hacer estas cosas...-me dijo.
Mire todos los rincones de la habitación en busca de algo que pudiera servir como venda, vi la sabana en la cama y me apresure a tomarla y arranque un pedazo de tela.
-¿por que hacías eso?...-le pregunte mientras volvía a tomar su brazo para vendarlo. Pero no obtuve respuesta solo un bufido, y una mirada furiosa...-creo que con esto será suficiente, te llevare a la enfermería y ahí te cura...-
-no iré...-dijo mientras arrebataba su brazo de mis manos...- no tenias por que ayudarme en primer lugar,..-
-pero de que demonios estas hablando...-por un momento olvide con quien estaba hablando, recapacite mis palabras y me dispuse a hablar como el medico que era...-necesitas que te revisen ese brazo podría causarte problemas además es mi deber como medico estar al pendiente de ti...-sonreí.
-tonterías, eres como todos, cuando veas que no hay remedio conmigo te iras, así que por que no empiezas de una buena vez y te vas de mi habitación que quiero dormir...-
No esta de mas decir que aquello me hacia hervir la sangre, era un mocoso, ami parecer, y se atrevía a hablarme así, bueno eso no tenia importancia, además recordé donde y con quien hablaba.
-lo lamento pero vas a tener que aguantarme, por mucho tiempo, por que no pienso irme y menos dejarte...- su expresión no cambio como si fuera algo que todo mundo le dijera. Me di media vuelta y apague la luz, me miro con cara de pocos amigos, peno no dijo nada, y yo como no tenia mas que decir solo me senté en el banco que había a un lado de la cama.
Pasaron las horas y yo mas aburrido que una almeja me levante, de nuevo recorrí la habitación con la mirada y me tope con un cuaderno que estaba encima de la mesa de noche, mire hacia donde estaba él, reí para mis adentros estaba mas que dormido. Así que vi la oportunidad perfecta, tome el cuaderno y lo abrí, la poca luz que iluminaba la habitación me dio el ambiente perfecto para mirar sus dibujos.
Tanta era la sorpresa que había que hasta me daba miedo, los dibujos eran bellos no había duda, pero también eran tenebrosos entre mas avanzaba, mas me asustaba, llegue a pensar que el chico estaba poseído. Comencé a sentirme mas nervioso de lo que había estado en toda mi vida.
-¿que demonios haces con eso?...-me pregunto alguien desde mi espalda, aquello me hizo estremecer era la voz de Akito, pero era tan áspera y tan fría que sentía que en cualquier momento se me echaría encima y me atacaría, entonces recordé lo que mi jefa me había dicho...."Es peligroso aunque no lo parezca..."...-te pregunte ¿que si que estas haciendo con eso?-
-yo, solo...-por que me sentía tan nervioso, no lo sabia, pero cuando me gire para mirarlo, quede boquiabierto, sus hermosos ojos azules se clavaron en los míos y me hundí en ellos, el dolor que transmitían, la soledad, el miedo, el enojo, todo a la vez en una mirada....-solo quería saber mas de ti...-termine.
-mmm... ya veo...-de pronto sus ojos brillaron de una forma que no pude describir,...-¿y cual es tu nombre?...-aquello me sorprendió su voz ya no era esa que daba miedo si no una mas jovial, mas normal, como la de cualquier chico de 16 años, sonreí, mire sus ojos de nuevo y pude observar que habían cambiado ya no eran los que hace un momento me habían dado miedo, si no unos llenos de curiosidad, mas bien pararían los ojos de un niño pequeño.
-Akamatsu Kai...-dije y sonreí de nuevo, lo mire sentarse en la cama cruzado de pies, me miro de arriba a bajo como si fuera la primera vez que me miraba, sonrío y con aquella acción entrecerró los ojos.
-Kai-sensei, supongo que es nuevo aquí, nunca antes lo había visto...-aquella hermosa sonrisa que aun perduraba en sus labios, me hizo acercarme, y volví a tomar asiento en la silla que estaba junto a su cama.
-si, apenas tengo trabajando aquí dos días...-
-eso lo explica todo...-miro el cuaderno que yo aun llevaba entre las manos...-¿los vio todos?,...-
-¿te molesta que lo haya hecho?...-lo mira entre preocupado y curioso, deseaba saber su respuesta.
-no, en absoluto, pero me extraña que no haya querido quemarlo o tirarlo a la basura,...-me mira con un poco de tristeza. Y en ese momento no supe por que, pero quise abrazarlo.
-¿y por que haría eso?,...-le cuestione.
-por que los demás lo hicieron, decían que no era bueno que hiciera ese tipo de dibujos, y que era mejor deshacerse de ellos, así que algunos los quemaban y otros simplemente los tiraba a la basura,...-me dijo bajando un poco la mirada.
-ami me parecen hermosos, tétricos pero hermosos,...-dije sonriéndole.
-¿de verdad lo cree?...-
De pronto, algo en mi interior salto de alegría cuando vi su sonrisa, y es que aun pienso que es hermosa, y mas cuando sus hermosos ojos azules brillaron con alegría. Pero eso no evito que me diera un susto cuando salto hacia ami y me arrebato el cuaderno, tomo un lápiz, que no se de donde saco y comenzó a dibujar en una de las paginas limpias.
Dibujo por un momento, y yo me puse en pie y prendí la luz, que había estado apagada en todo ese tiempo, me miro y sonrío de nueva cuenta, creo que fue su manera de agradecérmelo. Continuo con lo que hacia por un buen rato, después de eso me miro y me entrego el cuaderno cerrado.
-me hubiera encantado tener lápices de colores y pintarlo, pero, no me lo permiten así que,...-
Lo mire por un instante y después de eso tome el cuaderno, busque el dibujo y lo observe por largo rato, no podía creer lo que estaba mirando, era un dibujo perfecto de mi, cada línea, cada trazo, cada rasgo, todo era perfecto, me parecía estar viendo una foto y no un retrato.
-valla, es hermoso, ¿donde aprendiste a dibujar de esta manera?...-lo mire, y él me devolvió la mirada, una llena de tristeza, pero a la vez vacía, sin luz, sin nada.
-en ninguna parte, nadie me enseño, además eh pasado la mayor parte de mi vida en este lugar, así que no aprendí de nadie, ni nada por el estilo...-baja un poco su mirada.
-¿la mayor parte de tu vida?, ¿cuantos años llevas aquí?...-le pregunte, mire como cerro los ojos, tal ves había hecho una pregunta inadecuada, pero en el expediente no lo decía.
-pues, desde que cumplí siete años,...-
"¿Que?, pero acaso no a habido mejora en todo este tiempo? son casi nueve años desde que esta aquí, debería haber mejorado en su condición, no tiene nada grave, bueno nada que le impida vivir una vida fuera de este lugar"
Eso pensaba, pero la verdad era que la historia era mucho más complicada de lo que yo creía, eso lo aprendí con el tiempo, pero en ese momento...
-¿y dime, tus padres vienen seguido a visitarte?,...-
-no,...-
-¿no?, ¿acaso no vienen seguido, trabajan?,...-
Lo mire levantarse de la cama, camino tranquilamente hasta la puerta de la habitación, me miro con odio, y salio, me quede helado, ¿acaso había cometido un error al preguntar eso? No lo sabia, pero casi como por reflejo me vi corriendo por los pasillos de la clínica en busca de Akito.
Ya había pasado más de una hora, y nada, no lograba encontrarlo, no había rastro de él y yo ya no sabia donde mas buscar, estaba preocupado, un momento ¿dije preocupado? Bueno si lo admito estaba preocupado por él, por un chico al que apenas y conocía, y encima de todo era mi "paciente".
-dis, disculpe,...-dije apenas con vos pues había corrido por todas partes y estaba agotado.
-¿ah?, si es usted, como era su nombre...-dijo el guardia de la puerta, aquel hombre regordete y simpático del primer día...-así Kai-Kun, verdad?,...
-s, si,...-tras decir eso me recargue en la pared para tratar de recuperar el aliento.
-¿pero que le ocurre?, ¿tan joven y se cansa tan rápido?, cuando yo tenia su edad podía correr veinte kilómetros sin agotarme, pero eso fue hace tiempo, ahora los jóvenes se la pasan en las computadoras y esa cosas y se olvidan de el ejercicio y,...-
-disculpe,...-volví a hablar -dígame ah visto a uno de los pacientes, es como de este alto…- hice una seña tocando mas arriba de mi hombro,..-tiene cabello negro y ojos azules, ¿lo ha visto?...-
-mmm, creo que no, pero por lo que me esta diciendo usted busca a Akito-Kun no es ¿verdad?, es un buen chico pero es una lastima lo que le sucedió...-
-¿que fue lo que le paso?, leí su archivo pero no encontré mucha información,...-
-pues, veras, todo empezó hace mas de nueve años, no se muy bien la historia de antes que el llegara aquí, pero bueno, el pequeño ingreso aquí, y era una lastima por que tan solo era un niñito, acababa de cumplir siete años, pero había pasado ya por muchos hogares adoptivos y orfanatos...-
-¿y sus padres?...-pregunte algo extrañado por aquello, ¿donde estaban sus padres?...
-su madre murió algunos años antes de ingresar aquí, y su padre creo que esta en la cárcel, la verdad, creo que Yagami-san puede contarle mucho mejor la historia, yo solo se eso...-
-¿bueno pero que mas, sabe usted? ¿Algo mas?...-estaba tan concentrado en saber mas de él que me había olvidado de él, eso es patético.
-pues, al principio no parecía estar tan mal, solo algunos problemas emocionales, nada que algunas terapias y medicamentos no pudieran curar, pero con los días las cosas fueron empeorando, y estuvo en cuidados intensivos un par de veces, bueno algunas veces, la verdad nadie sabe que es lo que le sucede, es un caso muy extraño...-
Termino de contarme y yo estaba cada mas interesado en él, pero ahora tenia un problemas mas grave, Akito seguía desaparecido, subí al tercer piso que era donde su habitación se encontraba, pensé que él ya estaba ahí, pero no, me sentía mal, era la primera vez que trabajaba con el chico y ya estaba yendo mal. Lo espere por mas de tres horas estaba muy desesperado, y asustado, temía que le hubiera hecho algo o que le hubiera pasado algo.
Estaba apunto de irlo a buscar cuando, lo vi, después de todo el tiempo que estuve esperándolo lo vi, entraba por la puerta como si nada hubiera pasado, de hecho sonría y estaba bien, o eso pensaba yo.
-¿¡¡donde te habías metido!!?,...-pregunte al borde la histeria.
-no te importa, además que haces en mi habitación a estas horas, ya deberías estar en tu casa ¿no?, ¿acaso no te esperan?,...-dijo con tanto odio y rabia mal contenida que me hizo hervir la sangre...
-tu,...-dije tratando de controlarme lo mejor posible, por que por mas que pareciera un chico normal no lo era, así que suspire y cerré los ojos. Cosa que fue un error, por que,...-que dem...-
-dime, ¿tienes curiosidad?, ¿quieres saber donde estaba?, ¿acaso no me habías estado buscando todo el día?...-lo vi acercarse con esa mirada fría y siniestra que ya antes me había mostrado, no pude evitar retroceder un poco, realmente me sentí amenazado por él.
-No es necesario que me lo digas si no quieres- respondí tratando de sonar lo mas amable posible, aunque probablemente en este momento razonar con él no era posible, busque con la mirada una forma de salir de ahí, puesto que él tenia la ventaja sobre mi. El estaba entre la salida y yo, la cama estaba detrás de mi por que lo me era imposible retroceder mas, no tenia salida, mas que enfrentarme a él descubrir lo que quería.
-Pero no puedo dejarte con la duda eso seria de mala educación y mas cuando has estado buscándome toda la tarde, corriendo de aquí a haya, incluso tuviste la molesta de preguntarle a Kiyoshi-san, aun sabiendo que es imposible que salga de aquí-
Lo mire sorprendido ¿acaso él había estado observándome todo este tiempo? Me había estado mirando desde el primer instante cosa que me hizo estremecer.
-¿Estabas vigilándome?-, pregunte aunque ya sabia la respuesta.
-Cada paso que diste- sonrío.
Entonces, tuve que tomar una decisión no podía permitir que esto siguiese así.
-Entonces, estas bien, pero aun debo llevarte a la enfermería-, lo sujete del brazo mirándolo con toda la seriedad que pude.
-Eso ya no es necesario ¿de donde crees que venia?-, bajo la manga de su sudadera blanca para mostrarme el vendaje, ya no traía el que yo había improvisado.
Trague saliva, ¿ahora que debía hacer?, busque con la mirada algo que pudiera servir de distracción, solté su mano.
-Bueno, es tarde según se la cena se sirve a las 7- mire el reloj que llevaba en la muñeca observando que faltaban unos minutos.
-Si no tardan en venir, a traerlo junto con el medicamento, siempre la misma rutina Kai-sensei, todo aquí es lo mismo, durante los últimos 5 años todo ha sido lo mismo-
-mierda, mierda, mierda,...-se me había hecho muy tarde y era mi segundo día de trabajo, conduje con rapidez por las calles de Kyoto,- ¿que no pueden manejar mas rápido?...-dije a los demás conductores, claro con la ventanilla cerrada.
Llegue apenas cinco minutos tarde, pues a pesar de que mi apartamento estaba a una media hora del Psiquiátrico, siempre había mucho tráfico a esas horas de la mañana, me dirigí hasta la oficina de mi jefa y me disculpe, me sonrío.
-no importa creo que ya te lo había dicho, además te tengo una tarea que encomendarte...-me miro y sonrío de la manera mas siniestra que ella podía expresar, me estremecí, pero eso no era nada con lo que me esperaba.
Me explico todo lo que tenia que hacer, pero lo que me hizo feliz, aunque no sabia el por que, era que tendría que trabajar con Akito. Me fui rápidamente, pero lo que no sabía era que me encontraría con un gran problema, camine, por no decir que casi corrí, hasta la habitación que el chico ocupaba.
Pero para mi asombro ahí dentro no había nadie, ni siquiera un alma, bueno o eso parecía a simple vista por que al revisar con la mirada la oscura habitación me encontré con unos ojos azules que por que no admitirlo, me daban miedo. Ahí estaba el joven de apenas 16 años, sentado en el piso, tenía las piernas flexionadas y las rodillas le cubrían el pecho, con sus brazos se abrazaba así mismo y note que llevaba puesta la misma ropa del día anterior.
Di un paso hacia delante y el me siguió mirando, di otro paso, y ya estaba dentro de la habitación, lo recorrí con la mirada y me sobresalte cuando note que su brazo izquierdo sangraba, me acerque con prisa, pero ese fue mi primer error.
-no te acerques o te corto la garganta ¿entendiste?...-me amenazo con una navaja de afeitar, parpadee un poco sin poder creerlo.
-tranquilo, no me acerco, pero deja la navaja en el piso...- utilice el tono de voz mas clamado que pude sacarle a mi garganta.
-vete, no te importa,...-esa fue su respuesta y antes de que yo pudiera decir otra cosa, alargo su brazo izquierdo e hizo un corte horizontal en su antebrazo.
-¡¡no hagas eso!!...-grite, me acerque sin hacerle caso a las amenazas que me había dado.
-y por que no, no tengo mas que hacer, además, me divierte ver la cara que pones cuando lo hago...-sonrío cínicamente debo agregar y después hizo otro corte, y yo ya no puede aguantar mas, y corrí hasta quedar frente a él.
Cosa que hizo que se estremeciera, ahora estábamos frente a frente, tome su brazo y lo levante con muy poca fuerza, me sorprendí de lo poco que pesaba, lo mire directamente a los ojos. Por un momento creí ver miedo en ellos, pero me equivoque, era odio, de pronto sentí la navaja clavarse en el brazo con el que lo sujetaba, pero no lo solté.
-¡Auch!, maldición,...- tomo su mano derecha, y lo obligo a tirar el objeto punzo-cortante, me mira con tanto odio que me estremezco.
-me lastimas idiota....- lo solté pero no me moví ni un milímetro, recogí la navaja del piso, y la guarde en mi bolsillo, -lárgate, no eres nadie como para venir a hacer estas cosas...-me dijo.
Mire todos los rincones de la habitación en busca de algo que pudiera servir como venda, vi la sabana en la cama y me apresure a tomarla y arranque un pedazo de tela.
-¿por que hacías eso?...-le pregunte mientras volvía a tomar su brazo para vendarlo. Pero no obtuve respuesta solo un bufido, y una mirada furiosa...-creo que con esto será suficiente, te llevare a la enfermería y ahí te cura...-
-no iré...-dijo mientras arrebataba su brazo de mis manos...- no tenias por que ayudarme en primer lugar,..-
-pero de que demonios estas hablando...-por un momento olvide con quien estaba hablando, recapacite mis palabras y me dispuse a hablar como el medico que era...-necesitas que te revisen ese brazo podría causarte problemas además es mi deber como medico estar al pendiente de ti...-sonreí.
-tonterías, eres como todos, cuando veas que no hay remedio conmigo te iras, así que por que no empiezas de una buena vez y te vas de mi habitación que quiero dormir...-
No esta de mas decir que aquello me hacia hervir la sangre, era un mocoso, ami parecer, y se atrevía a hablarme así, bueno eso no tenia importancia, además recordé donde y con quien hablaba.
-lo lamento pero vas a tener que aguantarme, por mucho tiempo, por que no pienso irme y menos dejarte...- su expresión no cambio como si fuera algo que todo mundo le dijera. Me di media vuelta y apague la luz, me miro con cara de pocos amigos, peno no dijo nada, y yo como no tenia mas que decir solo me senté en el banco que había a un lado de la cama.
Pasaron las horas y yo mas aburrido que una almeja me levante, de nuevo recorrí la habitación con la mirada y me tope con un cuaderno que estaba encima de la mesa de noche, mire hacia donde estaba él, reí para mis adentros estaba mas que dormido. Así que vi la oportunidad perfecta, tome el cuaderno y lo abrí, la poca luz que iluminaba la habitación me dio el ambiente perfecto para mirar sus dibujos.
Tanta era la sorpresa que había que hasta me daba miedo, los dibujos eran bellos no había duda, pero también eran tenebrosos entre mas avanzaba, mas me asustaba, llegue a pensar que el chico estaba poseído. Comencé a sentirme mas nervioso de lo que había estado en toda mi vida.
-¿que demonios haces con eso?...-me pregunto alguien desde mi espalda, aquello me hizo estremecer era la voz de Akito, pero era tan áspera y tan fría que sentía que en cualquier momento se me echaría encima y me atacaría, entonces recordé lo que mi jefa me había dicho...."Es peligroso aunque no lo parezca..."...-te pregunte ¿que si que estas haciendo con eso?-
-yo, solo...-por que me sentía tan nervioso, no lo sabia, pero cuando me gire para mirarlo, quede boquiabierto, sus hermosos ojos azules se clavaron en los míos y me hundí en ellos, el dolor que transmitían, la soledad, el miedo, el enojo, todo a la vez en una mirada....-solo quería saber mas de ti...-termine.
-mmm... ya veo...-de pronto sus ojos brillaron de una forma que no pude describir,...-¿y cual es tu nombre?...-aquello me sorprendió su voz ya no era esa que daba miedo si no una mas jovial, mas normal, como la de cualquier chico de 16 años, sonreí, mire sus ojos de nuevo y pude observar que habían cambiado ya no eran los que hace un momento me habían dado miedo, si no unos llenos de curiosidad, mas bien pararían los ojos de un niño pequeño.
-Akamatsu Kai...-dije y sonreí de nuevo, lo mire sentarse en la cama cruzado de pies, me miro de arriba a bajo como si fuera la primera vez que me miraba, sonrío y con aquella acción entrecerró los ojos.
-Kai-sensei, supongo que es nuevo aquí, nunca antes lo había visto...-aquella hermosa sonrisa que aun perduraba en sus labios, me hizo acercarme, y volví a tomar asiento en la silla que estaba junto a su cama.
-si, apenas tengo trabajando aquí dos días...-
-eso lo explica todo...-miro el cuaderno que yo aun llevaba entre las manos...-¿los vio todos?,...-
-¿te molesta que lo haya hecho?...-lo mira entre preocupado y curioso, deseaba saber su respuesta.
-no, en absoluto, pero me extraña que no haya querido quemarlo o tirarlo a la basura,...-me mira con un poco de tristeza. Y en ese momento no supe por que, pero quise abrazarlo.
-¿y por que haría eso?,...-le cuestione.
-por que los demás lo hicieron, decían que no era bueno que hiciera ese tipo de dibujos, y que era mejor deshacerse de ellos, así que algunos los quemaban y otros simplemente los tiraba a la basura,...-me dijo bajando un poco la mirada.
-ami me parecen hermosos, tétricos pero hermosos,...-dije sonriéndole.
-¿de verdad lo cree?...-
De pronto, algo en mi interior salto de alegría cuando vi su sonrisa, y es que aun pienso que es hermosa, y mas cuando sus hermosos ojos azules brillaron con alegría. Pero eso no evito que me diera un susto cuando salto hacia ami y me arrebato el cuaderno, tomo un lápiz, que no se de donde saco y comenzó a dibujar en una de las paginas limpias.
Dibujo por un momento, y yo me puse en pie y prendí la luz, que había estado apagada en todo ese tiempo, me miro y sonrío de nueva cuenta, creo que fue su manera de agradecérmelo. Continuo con lo que hacia por un buen rato, después de eso me miro y me entrego el cuaderno cerrado.
-me hubiera encantado tener lápices de colores y pintarlo, pero, no me lo permiten así que,...-
Lo mire por un instante y después de eso tome el cuaderno, busque el dibujo y lo observe por largo rato, no podía creer lo que estaba mirando, era un dibujo perfecto de mi, cada línea, cada trazo, cada rasgo, todo era perfecto, me parecía estar viendo una foto y no un retrato.
-valla, es hermoso, ¿donde aprendiste a dibujar de esta manera?...-lo mire, y él me devolvió la mirada, una llena de tristeza, pero a la vez vacía, sin luz, sin nada.
-en ninguna parte, nadie me enseño, además eh pasado la mayor parte de mi vida en este lugar, así que no aprendí de nadie, ni nada por el estilo...-baja un poco su mirada.
-¿la mayor parte de tu vida?, ¿cuantos años llevas aquí?...-le pregunte, mire como cerro los ojos, tal ves había hecho una pregunta inadecuada, pero en el expediente no lo decía.
-pues, desde que cumplí siete años,...-
"¿Que?, pero acaso no a habido mejora en todo este tiempo? son casi nueve años desde que esta aquí, debería haber mejorado en su condición, no tiene nada grave, bueno nada que le impida vivir una vida fuera de este lugar"
Eso pensaba, pero la verdad era que la historia era mucho más complicada de lo que yo creía, eso lo aprendí con el tiempo, pero en ese momento...
-¿y dime, tus padres vienen seguido a visitarte?,...-
-no,...-
-¿no?, ¿acaso no vienen seguido, trabajan?,...-
Lo mire levantarse de la cama, camino tranquilamente hasta la puerta de la habitación, me miro con odio, y salio, me quede helado, ¿acaso había cometido un error al preguntar eso? No lo sabia, pero casi como por reflejo me vi corriendo por los pasillos de la clínica en busca de Akito.
Ya había pasado más de una hora, y nada, no lograba encontrarlo, no había rastro de él y yo ya no sabia donde mas buscar, estaba preocupado, un momento ¿dije preocupado? Bueno si lo admito estaba preocupado por él, por un chico al que apenas y conocía, y encima de todo era mi "paciente".
-dis, disculpe,...-dije apenas con vos pues había corrido por todas partes y estaba agotado.
-¿ah?, si es usted, como era su nombre...-dijo el guardia de la puerta, aquel hombre regordete y simpático del primer día...-así Kai-Kun, verdad?,...
-s, si,...-tras decir eso me recargue en la pared para tratar de recuperar el aliento.
-¿pero que le ocurre?, ¿tan joven y se cansa tan rápido?, cuando yo tenia su edad podía correr veinte kilómetros sin agotarme, pero eso fue hace tiempo, ahora los jóvenes se la pasan en las computadoras y esa cosas y se olvidan de el ejercicio y,...-
-disculpe,...-volví a hablar -dígame ah visto a uno de los pacientes, es como de este alto…- hice una seña tocando mas arriba de mi hombro,..-tiene cabello negro y ojos azules, ¿lo ha visto?...-
-mmm, creo que no, pero por lo que me esta diciendo usted busca a Akito-Kun no es ¿verdad?, es un buen chico pero es una lastima lo que le sucedió...-
-¿que fue lo que le paso?, leí su archivo pero no encontré mucha información,...-
-pues, veras, todo empezó hace mas de nueve años, no se muy bien la historia de antes que el llegara aquí, pero bueno, el pequeño ingreso aquí, y era una lastima por que tan solo era un niñito, acababa de cumplir siete años, pero había pasado ya por muchos hogares adoptivos y orfanatos...-
-¿y sus padres?...-pregunte algo extrañado por aquello, ¿donde estaban sus padres?...
-su madre murió algunos años antes de ingresar aquí, y su padre creo que esta en la cárcel, la verdad, creo que Yagami-san puede contarle mucho mejor la historia, yo solo se eso...-
-¿bueno pero que mas, sabe usted? ¿Algo mas?...-estaba tan concentrado en saber mas de él que me había olvidado de él, eso es patético.
-pues, al principio no parecía estar tan mal, solo algunos problemas emocionales, nada que algunas terapias y medicamentos no pudieran curar, pero con los días las cosas fueron empeorando, y estuvo en cuidados intensivos un par de veces, bueno algunas veces, la verdad nadie sabe que es lo que le sucede, es un caso muy extraño...-
Termino de contarme y yo estaba cada mas interesado en él, pero ahora tenia un problemas mas grave, Akito seguía desaparecido, subí al tercer piso que era donde su habitación se encontraba, pensé que él ya estaba ahí, pero no, me sentía mal, era la primera vez que trabajaba con el chico y ya estaba yendo mal. Lo espere por mas de tres horas estaba muy desesperado, y asustado, temía que le hubiera hecho algo o que le hubiera pasado algo.
Estaba apunto de irlo a buscar cuando, lo vi, después de todo el tiempo que estuve esperándolo lo vi, entraba por la puerta como si nada hubiera pasado, de hecho sonría y estaba bien, o eso pensaba yo.
-¿¡¡donde te habías metido!!?,...-pregunte al borde la histeria.
-no te importa, además que haces en mi habitación a estas horas, ya deberías estar en tu casa ¿no?, ¿acaso no te esperan?,...-dijo con tanto odio y rabia mal contenida que me hizo hervir la sangre...
-tu,...-dije tratando de controlarme lo mejor posible, por que por mas que pareciera un chico normal no lo era, así que suspire y cerré los ojos. Cosa que fue un error, por que,...-que dem...-
-dime, ¿tienes curiosidad?, ¿quieres saber donde estaba?, ¿acaso no me habías estado buscando todo el día?...-lo vi acercarse con esa mirada fría y siniestra que ya antes me había mostrado, no pude evitar retroceder un poco, realmente me sentí amenazado por él.
-No es necesario que me lo digas si no quieres- respondí tratando de sonar lo mas amable posible, aunque probablemente en este momento razonar con él no era posible, busque con la mirada una forma de salir de ahí, puesto que él tenia la ventaja sobre mi. El estaba entre la salida y yo, la cama estaba detrás de mi por que lo me era imposible retroceder mas, no tenia salida, mas que enfrentarme a él descubrir lo que quería.
-Pero no puedo dejarte con la duda eso seria de mala educación y mas cuando has estado buscándome toda la tarde, corriendo de aquí a haya, incluso tuviste la molesta de preguntarle a Kiyoshi-san, aun sabiendo que es imposible que salga de aquí-
Lo mire sorprendido ¿acaso él había estado observándome todo este tiempo? Me había estado mirando desde el primer instante cosa que me hizo estremecer.
-¿Estabas vigilándome?-, pregunte aunque ya sabia la respuesta.
-Cada paso que diste- sonrío.
Entonces, tuve que tomar una decisión no podía permitir que esto siguiese así.
-Entonces, estas bien, pero aun debo llevarte a la enfermería-, lo sujete del brazo mirándolo con toda la seriedad que pude.
-Eso ya no es necesario ¿de donde crees que venia?-, bajo la manga de su sudadera blanca para mostrarme el vendaje, ya no traía el que yo había improvisado.
Trague saliva, ¿ahora que debía hacer?, busque con la mirada algo que pudiera servir de distracción, solté su mano.
-Bueno, es tarde según se la cena se sirve a las 7- mire el reloj que llevaba en la muñeca observando que faltaban unos minutos.
-Si no tardan en venir, a traerlo junto con el medicamento, siempre la misma rutina Kai-sensei, todo aquí es lo mismo, durante los últimos 5 años todo ha sido lo mismo-
Cain Saint- Cantidad de envíos : 1889
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Re: La locura del amor. (Original)
por Cain Saint Miér Abr 01, 2009 11:40 pm
Lo mire sentarse en la cama, y luego flexionar las rodillas hasta pegarlas a su pecho abrazándolas como su en ello se le fuera la vida.
-Que descanses Akito-
Fue lo último que dije antes de salir, camine hasta mi oficina, me senté en la silla detrás del escritorio y suspire cerrando los ojos.
-Que día…-
-Me sorprende que no hayas salido huyendo de este lugar como los demás, Akito tiene ese poder, nunca eh sabido como logra ahuyentarlos-
Abrí mis ojos para mirar delante de mí, era la Dr. Yagami que sonreía de manera amable.
-¿Ahuyentarlos?- pregunte.
-La mayoría no duraron ni un día, por eso él había sido mi paciente durante los últimos 5 años, me sorprendió que tu no salieras huyendo, es un buen muchacho pero puede llegar a ser muy complicado, entenderé si decides no volver a trabajar con él-
-¿Qué?-
Aquello no podía ser cierto, entonces entendí las palabras de Akito “Cuando veas que no hay remedio conmigo te iras”
-Claro que seguiré trabajando con él- salte de mi silla apoyando las manos en el escritorio mirándola furioso, -no me gusta ser comparado con otros, es la primera vez que trabajo con él, que me haya hecho correr por todos los pasillos de la clínica no es razón suficiente para que me aleje de él-, lance un bufido como un animal salvaje sin quitarle la mirada de encima.
-Entonces-, ella sonrío mirándome, -pase a recoger los expedientes de Akito a mi oficina-
-Que descanses Akito-
Fue lo último que dije antes de salir, camine hasta mi oficina, me senté en la silla detrás del escritorio y suspire cerrando los ojos.
-Que día…-
-Me sorprende que no hayas salido huyendo de este lugar como los demás, Akito tiene ese poder, nunca eh sabido como logra ahuyentarlos-
Abrí mis ojos para mirar delante de mí, era la Dr. Yagami que sonreía de manera amable.
-¿Ahuyentarlos?- pregunte.
-La mayoría no duraron ni un día, por eso él había sido mi paciente durante los últimos 5 años, me sorprendió que tu no salieras huyendo, es un buen muchacho pero puede llegar a ser muy complicado, entenderé si decides no volver a trabajar con él-
-¿Qué?-
Aquello no podía ser cierto, entonces entendí las palabras de Akito “Cuando veas que no hay remedio conmigo te iras”
-Claro que seguiré trabajando con él- salte de mi silla apoyando las manos en el escritorio mirándola furioso, -no me gusta ser comparado con otros, es la primera vez que trabajo con él, que me haya hecho correr por todos los pasillos de la clínica no es razón suficiente para que me aleje de él-, lance un bufido como un animal salvaje sin quitarle la mirada de encima.
-Entonces-, ella sonrío mirándome, -pase a recoger los expedientes de Akito a mi oficina-
Cain Saint- Cantidad de envíos : 1889
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Re: La locura del amor. (Original)
por daisuke kyomatsu Miér Abr 01, 2009 11:59 pm
woooo jojojo esta genial
ati tmb te gustan los lokitos?
XD wuajaja algun dia sere psiquiatra
owo son geniales
XD y los esquizofrenicos
wooo jojojo XD q genial
vale esta bn chida
neee
continuela jajaja
ati tmb te gustan los lokitos?
XD wuajaja algun dia sere psiquiatra
owo son geniales
XD y los esquizofrenicos
wooo jojojo XD q genial
vale esta bn chida
neee
continuela jajaja
daisuke kyomatsu- Admin
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Re: La locura del amor. (Original)
por Cain Saint Jue Abr 02, 2009 1:39 am
jaja, si los amo por que soy uno de ellos xD
ok no tanto pero si xD
ok no tanto pero si xD
Cain Saint- Cantidad de envíos : 1889
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Re: La locura del amor. (Original)
por Sakuya Lun Mayo 04, 2009 5:08 pm
tu historia es genial ^ ^ me muero por ver la continuacion!!! porfavor!! ToT
Sakuya- Cantidad de envíos : 180
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Re: La locura del amor. (Original)
por Cain Saint Mar Mayo 05, 2009 4:14 pm
Gracias, gracias muchas gracias, les pedire que me esperen un poco mas por que le hize unos cambios y nesesito un poco de tiempo para al menos aumentar un cap. mas de lo que llevo hasta hora. Prometo no tardar mucho.
Besos gracias por leerme chu!~
Besos gracias por leerme chu!~
Cain Saint- Cantidad de envíos : 1889
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